Colombia es el quinto país con más autosuficiencia en fertilizantes
Los precios de los fertilizantes y plaguicidas han aumentado desde enero de 2020. Las cotizaciones a nivel global de productos como el fosfato diamónico y el cloruro de potasio se encuentran en niveles parecidos a los máximos presentados en 2008, según el más reciente estudio de Corficolombiana, ‘Bioinsumos: Panorama y oportunidades para el agro colombiano’.
Algunos de los factores que explican la subida de precios, según el Banco Mundial, son: el aumento a nivel global en la cotización de las principales materias primas para la producción de fertilizantes primarios como el gas, amoníaco y azufre; las restricciones de China, Rusia y Egipto para las exportaciones de dichos insumos; y la alta demanda de estos productos.
De acuerdo al documento, el índice de autosuficiencia de fertilizantes en Colombia es de 20%, el quinto más alto en América Latina. El primer lugar lo ocupa Chile (64%), el segundo México (37%), el tercero Bolivia (27%), y el cuarto Argentina (25%). En cuanto a la región, dicho indicador se sitúa en 16%; mientras que, a nivel global, Rusia encabeza la lista, con 378%; Alemania, con 120%; China, con 105%; Estados Unidos, con 102%, y España, con 88%.
A la fecha, Colombia es un importador neto de plaguicidas y fertilizantes. El año pasado se importaron cerca de 2,1 millones de toneladas de fertilizantes y 66.423 toneladas de plaguicidas, según cifras agrupadas por la firma Corficolombiana.
Además, en 2021 las importaciones de plaguicidas representaban cerca de 98% del consumo nacional, según el Ministerio de Agricultura, lo que muestra que, frente al precio de la importación local del producto, el país tiene un costo por encima al de naciones como Chile, Ecuador y Perú.
“Uno de los principales retos para aumentar la autosuficiencia de fertilizantes químicos en el país es la disponibilidad de materia prima”, aseguró María Orbegozo, directora de análisis sectorial y sostenibilidad de Corficolombiana.
En el informe se muestran los insumos biológicos, biofertilizantes y bioplaguicidas como una alternativa más económica y sostenible frente a los altos precios de los tradicionales, ya que ayudan a complementar el uso de los agroquímicos, aunque no lo remplazan totalmente.
Sin embargo, este tipo de elementos permiten disminuir la cantidad requerida y el impacto ambiental. Hasta el momento, solo 1,5% de la tierra agrícola a nivel global es orgánica. Se prevé que a largo plazo los bioinsumos ayuden a incrementar la autosuficiencia de la producción agrícola y se facilite la apertura a nuevos mercados.
“El interés en aumentar la incorporación de este tipo de insumos se basa en la mejora en la productividad que generan, la mayor calidad del producto final, la menor incidencia de plagas y enfermedades, la alta fertilidad de los suelos, el acceso a nuevos mercados y menores costos” agregó Orbegozo.